RUIDO DE FONDO – Presentación del proyecto

 

“La fantasía es un lugar en el que llueve”. Ítalo Calvino

 

En la fantasía que nos propone Calvino, interpretada a partir de un verso del Purgatorio de la Divina comedia de Dante, podemos a su vez interpretar que las experiencias extraordinarias acontecen cuando remiten a la realidad, entendida ésta como el lugar en el que ocurren las cosas que aprendemos y conocemos. La acción de llover implica una sensación física que cada uno siente de manera personal e intransferible, pero la descripción de esa sensación individual serviría para definir muchas de las sensaciones físicas conocidas y compartidas a propósito de experimentar la lluvia, por seguir con el ejemplo, pero también de la comunicación o la incomunicación, los sentimientos, el dolor o la alegría. Es decir, a partir de la especificidad de un sentimiento podemos definir la generalidad aproximada de ese mismo, como si efectuáramos una catalogación de numerosos registros.

         La creación artística, en cualquiera de sus variados lenguajes expresivos, es también un lugar en el que llueve. Sigue siendo necesario alcanzar la fantasía y lo novedoso, pero estas características se basan, suelen basarse, en situaciones verosímiles, cercanas, también sociales e incluso políticas. La realidad es en ese contexto el Purgatorio de Dante, aquello que conocemos de manera vivencial. Y es que habitamos en una sociedad netamente visual, híbrida, plural y de referencias vastas e inabarcables. En esta sociedad del espectáculo todos somos agentes activos; la audiencia es partícipe decisiva de la acción. Cuestionarse la representación debe pasar, casi de manera inevitable, por cuestionarse la noción de espectador, de audiencia, pero también de espectáculo. Quién espera qué, quién realiza qué y a quién va destinado.

 

El proyecto “Ruido de fondo” tiene una clara pretensión: iniciar un viaje artístico, proyectado a través de diferentes paradas, y completarlo como un proceso. La intención es realizar el recorrido dejando rastros, marcando huellas, construyendo restos, deseando que el último destino no sea la conclusión sumada de sus partes, sino la maduración completa de su devenir procesual. Este deseo deberá completarse acudiendo a modos de expresión o comunicación dispares entre sí, donde sea tan decisivo el lugar escogido como el tono que se emplee para expresar ese proceso, en el momento en que se encuentre.

         No en vano, los componentes que ha reunido Cel Ras para aventurarse en este devenir creativo conforman un grupo heterogéneo e híbrido, pues provienen de espacios de acción y reflexión dispares, en apariencia estancos, pero claramente relacionados, pues su relación viene determinada por la búsqueda. Desde la creación sonora a la reflexión teórica; desde la producción audiovisual a la plástica; de la danza contemporánea a los márgenes performativos derivados del arte contemporáneo de acción. Esta suma de diversidad va encaminada a ofrecer expresiones híbridas, descontextualizadas, inesperadas y comprometidas.

 

         Se quiere dejar patente una paradoja: el cuestionamiento de las bases mismas de la representación no quiere esquivar la representación, sino replantear algunos de sus modos. No quiere evitar el diálogo entre la acción y su contemplación; pretende que la acción sea activa, pero también reflexiva, y que la contemplación pueda ser asimismo activa y crítica. Para ello resultará básico involucrar varios agentes. Los medios de comunicación, la tecnología aplicada y personalizada, el espacio escénico como punto de partida o de retorno, el territorio natural o político de cada población que conforma el recorrido, las lenguas propias de cada lugar, la relación por similitud y diferencia entre ellos… La intención procesual es procesual precisamente porque intervienen un conjunto de agentes que afectarán de manera definitoria su desarrollo.

 

            El concepto de “no lugar” definido por el antropólogo Marc Augé hace referencia a aquellos lugares de tránsito en que nada es estático ni perdurable. Su idiosincrasia estriba en entender que han sido creados por y para la velocidad que mantiene activa, y en ocasiones desquiciada, la sociedad contemporánea. “Ruido de fondo” quiere insertar las consecuencias derivadas de este modelo social, personificadas en el binomio comunicación-incomunicación, en el engranaje de este organismo vivo. Conscientes de la difícil respuesta a las cuestiones planteadas, esa búsqueda se vuelve un reto apasionante. Tanto como entender que “la fantasía es un lugar en el que llueve”.

  http://ruidodefondoblog.wordpress.com/


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